
Soy el maestro de la alianza y esto va a ser el sitio donde se va a gestionar cualquier duda o kosa sobre la alianza
RR[RomaRock]
Maestro Pakomerla atentamente
Mi canción es amor
Amor para el que no tiene amor, mostrado
Todo lo que se eleva
No tienes que estar solo
Tu pesado corazón
Está hecho de piedra
Y es tan difícil verte claramente
No tienes que estar sólo
No tienes que estar sólo
Y no lo tomaré de vuelta
Bueno, no quiero decirlo, yo no significo eso
Tú eres el blanco al que estoy apuntando
Y me llevo ese mensaje a casa
Mi canción es amor
Mi canción es amor, desconocido
Y estoy encendido por ti, claramente
No tienes que estar solo
No tienes que estar sólo
Y no lo tomaré de vuelta
Y no voy a decirlo, yo no significo eso
Tú eres el blanco al que estoy apuntando
Pero no soy nada solo
Conseguí llevar este mensaje a casa
Y no me voy a parar y esperar
No voy a dejarlo hasta que sea muy tarde
En una plataforma me pararé y diré:
Que no soy nada solo
Y te amo, por favor vuelve a casa
Mi canción es amor, es amor desconocido
Y he conseguido llevar este mensaje a casa
El Partido Comunista de España (PCE) es un partido político español escindido del PSOE el 14 de noviembre de 1921 por la negativa del segundo a sumarse a la III Internacional convocada por Lenin.
Fue formado por la unión del Partido Comunista Español (que había sido fundado a su vez el 15 de abril de 1920 por la Federación de Juventudes Socialistas) y el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), fundado a su vez por los delegados de izquierda del Congreso del Partido Socialista Obrero Español el 13 de abril de 1921.
Tras la constitución del Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español, surgidos de la disidencia tercerista del PSOE y ambos adheridos a la Internacional Comunista auspiciada por Lenin, existían en España dos secciones españolas del Komintern. Éste forzó la fusión de ambos, que se produjo en una Conferencia de Fusión celebrada del 7 al 14 de noviembre de 1921 en Madrid, de la cual, uniendo ambos partidos (Partido Comunista Español y PCOE), surgiría el nuevo Partido Comunista de España – Sección Española de la Internacional Comunista (PCE - SEIC), fusionándose también las Juventudes Comunistas de ambas organizaciones en la Federación de Juventudes Comunistas de España.
En su I Congreso, que se celebró en Madrid el 15 de marzo de 1922, el PCE planteó la necesidad de lograr la unidad de la clase obrera en torno a la vanguardia constituida por el Partido, con el objetivo de alcanzar el socialismo.
El II Congreso, celebrado el 8 de julio de 1923, eligió a Óscar Pérez Solís, que había sido cofundador del PCOE en 1921, como Secretario General del PCE. Ya en ese momento el PCE temía la involución y llamaba a la unidad de los trabajadores. El 13 de septiembre, el general Primo de Rivera, en connivencia con el rey Alfonso XIII daba un golpe de Estado y establecía la dictadura. Los locales del PCE son clausurados y las detenciones de militantes se suceden.
Con un PCE ilegal, el III Congreso se celebra en París en agosto de 1929. Tras la caída de la dictadura en enero de 1930 y la llegada de la dictablanda, el gobierno del general Berenguer restablece algunas libertades y legaliza algunos partidos políticos, entre los que no se encuentra el PCE.
El 23 de agosto de 1930 aparece el primer número semanal del órgano del PCE: Mundo Obrero, que en diciembre del año siguiente se transformó en diario.
Tras la proclamación de la II República, el PCE volvió a la luz en una situación muy precaria, después de estar prácticamente siempre en la clandestinidad o casi, pasaba a ser legal, pero contaba con menos de un millar militantes.
El 17 de marzo de 1932 se celebró el IV Congreso del PCE en Sevilla. La tarea central fue desterrar los métodos sectarios muy arraigados en la dirección y pasar a la construcción de un gran partido comunista de masas, como sucedía en la Unión Soviética. En esta labor jugaron un gran papel camaradas elegidos para el Comité Central como José Díaz, Dolores Ibárruri, Vicente Uribe, Antonio Mije, Manuel Delicado, Pedro Checa y otros.
El 3 de diciembre de 1933 Cayetano Bolívar Escribano fue elegido diputado por Málaga, siendo el primer diputado comunista de la historia, y saliendo de la cárcel para ocupar su escaño. Posteriormente, en la llamada Revolución de 1934 contra la política del gobierno radical-cedista, el PCE desempeñó un papel menor que el del PSOE (cuya base es la protagonista de la misma junto a las Juventudes Socialistas y UGT) y la CNT, que no participa en ella excepto en Asturias. Sin embargo tuvo que volver a la clandestinidad. En ese momento el PCE se adhiere a la política de crear un Frente Popular que agrupe a todas las fuerzas de izquierda. Ésta política era una proposición teórica de la Internacional Comunista. Tras la victoria electoral del Frente Popular el 16 de febrero de 1936, el prestigio del Partido Comunista creció rápidamente: en cinco meses pasa de 30.000 a 100.000 afiliados.
La expansión del PCE tuvo en los momentos previos a la Guerra Civil y en los inmediatamente posteriores dos grandes hitos: El primero fue la unificación de la Juventud Socialista y la Juventud Comunista el 1 de abril de 1936 que dio lugar a la formación de la Juventud Socialista Unificada (JSU), que eligió como Secretario General a Santiago Carrillo, quien años más tarde se convertiría en secretario general del PCE. El segundo fue la constitución del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) el 23 de julio de 1936 tras un proceso previo a la guerra, pero que se aceleró al inicarse ésta, y que fue la fusión de cuatro partidos: el Partido Comunista de Cataluña, la sección catalana del PSOE, la Unión Socialista y el Partido Proletario.
Al igual que sucede con todos los grupos políticos que se vieron envueltos en ella, la actuación del PCE durante la Guerra Civil es muy controvertida. Al participar junto a las demás fuerzas republicanas en la represión que siguió al levantamiento militar franquista, militantes comunistas torturaron y asesinaron a miembros de la derecha encarcelados en la zona republicana. Sin embargo, y debido a la férrea disciplina que imponía el partido, las actuaciones de incontrolados eran menos frecuentes que entre otras organizaciones menos disciplinadas.
También en los conflictos que se produjeron dentro del propio bando republicano mantuvo luchas con anarquistas, socialistas y otros comunistas alejados de la ortodoxia dictada por Moscú o trotskistas. Gran parte de su fuerza se debió a que era el representante del gobierno soviético, el único, junto al de México que no abandonó a su suerte al legítimo gobierno republicano. Basó su apoyo en los sectores del aparato del Estado y del Ejército contrarios a las medidas revolucionarias, a las colectivizaciones y ciertas formas de milicias populares. El debate que se produjo entre (fundamentalmente) el PCE por una parte y los grupos anarquistas y trotskistas por otro se centraba sobre si se debía hacer la revolución a la vez que la guerra, o si se debía ganar la guerra primero y dejar las medidas revolucionarias para después. La postura del PCE le enfrentó abiertamente con el POUM y la CNT-FAI. Fué artífice de la militarización de las milicias en el ejército republicano, hecho enfrió y deshumanizó al proceso revolucionario que estaba produciéndose a la par que la guerra. Los miembros del PCE, en cambio, opinaban que el proceso revolucionario producía desconfianza en los sectores de la izquierda republicana no revolucionarios. Para el PCE, el dilema entre guerra y revolución era una falacia, y apoyó inequívocamente la legalidad republicana.
Durante la guerra civil, el partido alcanza los 300.000 militantes, y la JSU que dirige Santiago Carrillo, controlada también por los comunistas, el medio millón de afiliados. Sin embargo, aunque no se puede negar la fuerza que ambas organizaciones alcanzaron, es necesario tener en cuenta que en esa época, era conveniente para muchas ocasiones poseer un carné de alguna organización, y en ese sentido, la pertenencia al PCE abría muchas puertas. Tampoco era inusual que la gente se afiliara a más de una organización.
Fue esencial en la formación de las Brigadas Internacionales, de fuerte influencia soviética, y en las relaciones con la Unión Soviética, principal proveedor de armas, intendencia e instructores militares para la República.
El PCE se alineó con la legalidad republicana. Animó a los sectores mas reformistas de la CNTa que participara en el gobierno y no le importó colaborar con partidos opuestos a su ideología, como el PNV, de fuerte componente cristiano o los partidos republicanos burgueses. Para mantener esta colaboración, el PCE trató de conseguir que se respetaran los intereses de la pequeña y media burguesía, rural y urbana.
Tras la victoria de los insurgentes de Franco apoyados por el régimen nazi, los demócratas en general y los comunistas en particular pasan a vivir momentos duros. El régimen de Franco, ferozmente antidemocrático, pero imbuido de una verborrea anticomunista, demonizó al PCE, encarcelando, torturando y asesinando a sus miembros, sometiendo a algunos de ellos a juicios sumarísimos que carecían de cualquier garantía mínima para que los encausados pudieran ser juzgados con equidad. El gobierno franquista aplicó la ley retroactivamente, calificando de insurgentes a los que se mantuvieron fieles a la legalidad constitucional. En esas durísimas condiciones, el PCE se tuvo que reorganizar en la clandestinidad (País Vasco, Galicia, Andalucía, Extremadura, Valencia, Navarra y Cataluña mantuvieron organización), en el exilio (México, Cuba, Chile, Uruguay, Francia y África del norte, además de la Unión Soviética) y en las cárceles (en las que había dirigentes como Girón o Ascanio).
Al poco tiempo de inicarse la Segunda Guerra Mundial, el Secretario General José Díaz muere en Tiflis, y es sustituido por Dolores Ibarruri, "Pasionaria". El partido se iba reorganizando poco a poco y en 1943, Mundo Obrero, "Verdad", "Unidad", "El Obrero" y "Nuestra bandera" se publicaban en diversas zonas de España. De hecho, durante mucho tiempo, el PCE fue la principal, cuando no la única, fuerza organizada contra la dictadura de Franco. Entre 1944 y 1948 impulsa la lucha guerrillera, el llamado maquis, en la que el PCE sobrevaloró sus fuerzas o minusvaloró las del gobierno franquista, y que terminó con la muerte de muchos militantes comunistas y una dura represión sobre la población civil de las zonas en las que actuaba esta guerrilla, que hizo perder apoyos en una población rural que pasaba además graves dificultades económicas y muy manipulada por una iglesia alineada inequívocamente en ese período junto a los gobernantes. Por todo ello, el partido decidió abandonar la vía guerrillera en 1948, aunque algunos focos se mantuvieran hasta 1952.
En 1947 se producen en el metal de Madrid y en las empresas textiles de Cataluña los primeros movimientos reivindicativos, durísimamente reprimidos por el franquismo. A partir de ese momento la situación vuelve a empeorar para los comunistas, pues a la represión anterior se une la guerra fría, durante la cual el gobierno dictatorial pasa a ser un importante auxilio en la política de los Estados Unidos frente a la Unión Soviética, que es quien marca la línea del PCE. Siguiendo la táctica leninista, el partido opta por combinar la lucha clandestina con el aprovechamiento de los resquicios legales que el sistema permite: los comunistas participan en los sindicatos verticales y en todas las organizaciones de masas que existen (hermandades de acción católica, gremios...). En las elecciones de enlaces sindicales de 1950 ya son elegidos numerosos obreros comunistas y otros concienciados. Este movimiento dará origen a las Comisiones Obreras. Mientras tanto Radio España Independiente, desde los Pirineos, emite para España la visión del PCE.
El 12 de marzo de 1951 el PSUC llama a la Huelga General en Cataluña. En el País Vasco, Navarra y Madrid se producen otras huelgas. A los obreros se les van uniendo estudiantes e intelectuales, muchos de ellos ya pertenecientes a una nueva generación crecida durante el franquismo. En septiembre de 1954 se celebra el V Congreso del PCE. En él se establece la nueva táctica, en dos etapas. En la primera se propugnaba la creación de un frente amplio que liquidara la dictadura y formara un gobierno provisional. Este gobierno debería restablecer las libertades democráticas, amnistiar a presos y exiliados políticos, y adoptar medidas urgentes para mejorar las condiciones de vida de la población. Tras ello se deberían convocar elecciones y desarrollar la democracia. En junio de 1956 el PCE diseña su política de "Reconciliación Nacional". En ese momento, los estudiantes cuentan con una fuerza creciente, el SEU se ha liquidado y empiezan a surgir movimientos democráticos burgueses en el interior de España, algunos de cuyos miembros procedían de sectores disconformes de la derecha, e incluso de la propia Falange. A partir de esos momentos, la línea divisoria entre las dos españas, va desplazándose y pasa a ser la que marca la postura ante las libertades democráticas, en lugar del lugar ocupado durante la Guerra Civil. Para conseguir aliar a todas las fuerzas democráticas se entiende que hay que cancelar responsabilidades de la guerra civil y la posguerra:
"...El Partido Comunista representa sin duda a la parte del pueblo que más ha sufrido en estos veinte años; a la clase obrera, los jornaleros agrícolas, los campesinos pobres, la intelectualidad avanzada. Si de hacer el capítulo de agravios se tratara, nadie lo tendría mayor que el nuestro. Nosotros entendemos que la mejor justicia para todos los que han caído y sufrido por la libertad consiste, precisamente, en que la libertad se establezca en España. Una política de venganza no serviría a España para salir de la situación en que se encuentra. Lo que España necesita es la paz civil, la reconciliación de sus hijos, la libertad."[1]
Pero el régimen franquista había recibido un importantísimo espaldarazo en 1955: apoyado y avalado por los Estados Unidos entra a formar parte de la ONU. La lucha clandestina debe continuar, pues el régimen se siente fortalecido y acentúa la represión. En 1957 el PCE participa en los boicots que se producen en Madrid y Barcelona, así como en las luchas obreras que se producen en Sevilla, Alcoy, Valladolid y muy especialmente en las de los mineros de Asturias de marzo de 1958.
En enero de 1960 se reunió el VI Congreso del PCE, en plena crisis económica. El salario real de los trabajadores había caído en más e un 40% debido a la suspensión de las horas extra, primas y pluses. Los despidos eran cada vez más frecuentes y el paro avanzaba. Pero estas dificultades alcanzaban no sólo a los obreros, sino también a la pequeña burguesía, y a los comerciantes, afectados también por la caída en el poder adquisitivo de la mayor parte de la población. Santiago Carrillo fue elegido Secretario General, y Dolores Ibarruri presidenta. La sustitución de Stalin por Jruschov al frente del PCUS y de la Unión Soviética había hecho cambiar la política de todos los partidos comunistas. Pero además, el PCE, siguiendo la estela del Partido Comunista Italiano va buscando una vía autónoma y ebozando lo que se denominará eurocomunismo. Sin embargo, en este camino, la actitud a veces excesivamente personalista del nuevo secretario general irá apartando a cuantos discrepan de la línea de la dirección: en 1964 Fernando Claudín y Jorge Semprún son expulsados de modo sumarísimo del Partido. Ese mismo año se produce la escisión de un sector en contra de la política de "reconciliación nacional" y el eurocomunismo, que pasa a constituír el Partido Comunista de España (marxista-leninista).
El VII Congreso (1965) y el VIII (1972) trazan definitivamente la línea que seguirá el PCE, política que se concreta en la constitución en París con otros partidos y personalidades independientes de la Junta Democrática de España el 30 de julio de 1974,, organismo clave en la transición española y más adelante en Coordinación Democrática (la llamada "platajunta"), unión entre la Junta y la Plataforma de Convergencia auspiciada por el PSOE.
Durante la Transición española el PCE vuelve a la legalidad (9 de Abril de 1977), presentándose a las elecciones con Carrillo como candidato. En realidad, se había producido un profundo problema en el seno del PCE. Los militantes del interior se veían como los custodios del Partido hasta que los "históricos" exiliados pudieran retornar. Cuando así ocurrió, la militancia del interior -muy próxima a la realidad española y representante de las posturas rupturistas con la dictadura- puso efectivamente en las manos de los exiliados retornados -tremendamente apartados de la realidad española por su larga ausencia- la dirección de la organización. Esta dirección, ya totalmente eurocomunista, modera su discurso y renuncia a reivindicaciones históricas (como la República) aceptando la monarquía parlamentaria, la democracia burguesa y el capitalismo. A inicios de los años 80 el partido dejó de considerarse marxista-leninista, para pasar a definirse únicamente como [[marxista revolucionario].
Esta evolución provocó muchas convulsiones y pudo ayudar a que, pese a ser el partido obrero más numeroso (con más de 250.000 militantes en 1977 y 205.000 en 1979), controlar la central sindical mayoritaria (Comisiones Obreras) y tener gran presencia en la calle, sólo obtuviera en torno a un 10% de los votos en las elecciones de 1977 y 1979. Otra de las consecuencias es que los sectores pro-soviéticos opuestos a la línea eurocomunista del PCE (unos 10.000 militantes) se escinden del Partido y terminarían por formar el Partido Comunista de los Pueblos de España, y posteriormente se escindirían de la Unión de Juventudes Comunistas de España los Colectivos de Jóvenes Comunistas, que pasarían a ser la organización juvenil del PCPE.
En 1982 quedó aún más rezagado al concentrarse el voto de la izquierda en el PSOE, que gana con mayoría absoluta. Santiago Carrillo dimitió como secretario general, siendo sustituido por Gerardo Iglesias. En 1983 el PCE recupera parte del voto perdido en las elecciones municipales y celebra su X Congreso, que confirma a Iglesias en el cargo. Para ese año apenas conservaba a 85.000 militantes. En 1985 expulsa a los carrillistas de los órganos de dirección y éstos se escinden para fundar el PTE-UC. Ese año la afiliación había bajado a 67.000.
En 1986 el PCE participó con otras fuerzas políticas en la fundación de Izquierda Unida (IU), constituida primero como coalición electoral y posteriormente como movimiento político y social. En el XIII Congreso del PCE se decidió transferir su soberanía a los órganos de IU. Actualmente, el PCE es el único partido de ámbito estatal que forma parte de la coalición Izquierda Unida.
En 1987 Julio Anguita González pasó a ser el Secretario General del PCE y Coordinador General de Izquierda Unida. Bajo su dirección, tanto el PCE como IU recuperarán buena parte de la ilusión interna, preceptos ideológicos como el republicanismo y el anticapitalismo, y lograrán obtener los mejores resultados de la democracia. Un trastorno cardiovascular aparta a Anguita de la política de primera línea. Fuertes problemas internos y presiones externas debilitan de nuevo al PCE. En 1998 pasa a ocupar la Secretaría General Francisco Frutos, quien continúa en la misma. Actualmente la dirección encabezada por Frutos se encuentra enfrentada a la dirección de IU, encabezada por Gaspar Llamazares, miembro también del PCE.
En junio de 2005 se celebró el XVII Congreso del Partido, que cuenta en la actualidad con 27.000 militantes. En este congreso fueron elegidos como secretario general Francisco Frutos y como presidente Felipe Alcaraz, quien reunirá varias responsabilidades hasta ahora pertenecientes al secretario general. Su Presidenta de Honor a Perpetuidad es Dolores Ibárruri, La Pasionaria.
Actualmente, los comunistas habían presentado a la secretaria general del PCPV, Marga Sanz, como aspirante a ser la candidata a la presidencia de gobierno, por la coalición de izquierdas IU, de la que ellos forman parte desde su fundación en los años ochenta. Los resultados de las primarias ofrecieron un 37,48% de apoyo a la candidata de la lista alternativa, frente al 62,52% de el otro miembro del PCE Gaspar Llamazares. A ella estaban convocados por correo postal 57.545 afiliados, de los cuales 21.909 (un 38 por ciento) han ejercido su derecho a voto. A esta cifra hay que añadir 4.300 votos devueltos por Correos y otros 85 votos nulos.
El Partido comunista afronta el 2008 con un panorama tan incierto como clarificador, aparte de las elecciones al parlamento del Estado y del parlamento andaluz, habrá Asamblea Federal de IU y Nacional d'Esquerra Unida i Alternativa.
RESULTADOS ELECTORALES DEL PCE TRAS LA DICTADURA | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Año | Líder | Votos | % | Representantes | ||||
Generales 1977 | | | | | ||||
Generales 1979 | | | | | ||||
Municipales 1979 | | | | | ||||
Generales 1982 | | | | | ||||
Municipales 1983 | | | | |
(Fuente: Ministerio del Interior y El Mundo)
| |
---|---|
1921-1925 | Antonio García Quejido |
1925-1932 | José Bullejos |
1932-1942 | José Díaz |
1942-1960 | Dolores Ibárruri |
1960-1982 | Santiago Carrillo |
1982-1988 | Gerardo Iglesias |
1988-1998 | Julio Anguita |
1998-... | Francisco Frutos |
El Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) era un partit català d'ideologia comunista.
El PSUC va ser fundat el 23 de juliol de 1936 en el Bar del Pi a Barcelona com a resultat de la fusió de la Unió Socialista de Catalunya, del Partit Comunista de Catalunya, el Partit Català Proletari i la Federació Catalana del PSOE. La idea de la fusió de les forces obreres en un sol partit pren força a partir del desenllaç dels fets del sis d'octubre de 1934 i de l'experiència unitària de les aliances obreres.
Després de converses i debats interns al sí dels partits obrers catalans, no s'acaba assolint la completa unitat i tant el Bloc Obrer i Camperol com el petit grup de l'Esquerra Comunista creen el POUM (setembre de 1935). Els altres partits, constituida una comissió d'enllaç, acorden els principis del PSUC: partit nacional i de classe, d'ideologia marxista-leninista i adscrit a la Internacional Comunista, éssent el primer cop que aquesta accepta dos membres d'un mateix estat. Va ésser escollit com secretari general Joan Comorera, i va establir la seva seu central a l'Hotel Colón, requisat pel sindicat UGT, a la cèntrica Plaça Catalunya de Barcelona-
Durant la Guerra Civil va formar part del govern de la Generalitat, en aplicació de la seva consigna d'unitat de forces antifeixistes. El PSUC, seguint les ordres dels agents de la Unió Soviètica, va perseguir el POUM, i els anarquistes de la FAI. En l'exili francès col·laboraren en la resistència contra l'ocupació nazi, i alguns dels seus dirigents, com Josep Miret i Musté, moriren en camps de concentració.
El partit es va adherir a la Tercera Internacional com a partit independent del PCE, cosa que va provocar a la llarga la caiguda del secretari general, Joan Comorera, el 1949, i la marxa de dirigents històrics de la Unió Socialista de Catalunya cap el nou Moviment Socialista de Catalunya. A l'interior van dur a terme una forta tasca clandestina que els provocà una forta repressió. El gener de 1940 fou detinguda de la primera direcció del PSUC a la clandestinitat. Alejandro Matos fou assassinat a comissaria. Otilio Alba i Tomás Pons són afusellats. El 1942 foren afusellats Jaume Girabau, Isidoro Diéguez i Jesús Larrañaga, arribats clandestins de Mèxic i detinguts a la frontera de Portugal. Més èxit tenen el 1943 Josep Serradell Román i Margarida Abril, alhora que Joaquim Puig i Pidemunt torna a editar Treball i el 1944 Miquel Núñez González dirigeix l'Agrupació Guerrillera de Catalunya. El 1945 s'acorda la Resolució de març, primera elaboració política del PSUC realitzada a l'interior on es proposa l'impuls de la lluita guerrillera, la unitat antifeixista, confiança en la victòria dels aliats.
Però sovintegen les caigudes i la repressió. El 1946 son afusellats Francesc Serret i Joan Arévalo, i el 1947 es produeix l'anomenada caiguda dels vuitanta. El 1948 arriba a Catalunya Gregori López Raimundo, i el partit acorda la dissolució dels grups guerrillers. El 1949 són afusellats a Barcelona Joaquim Puig Puidemunt, Numen Mestre Ferrando, Angel Carrero i Pere Valverde. Alhora, Comorera és expulsat del PSUC i entra clandestinament a Catalunya el 1951, on és detingut per les autoritats franquistes el 1954 i condemnat a 30 anys de presó.
La direcció del PSUC a l'exili queda formada per Josep Moix, Rafael Vidiella, Wenceslao Colomer, Josep Romeu, Margarida Abril i Pere Ardiaca. La direcció a l'interior pren força. Gregori López Raimundo fou detingut arran de la vaga de tramvies del 1951. El 1956 se celebrà el I Congrés del PSUC a França, on es proposa un nou punt de partida polític i organitzatiu. Hi participen 50 delegats de l'exili i de l'interior (universitaris i obrers). S'aprova la política de reconciliació nacional. El Comitè executiu queda format per : Josep Moix (Secretari general), Margarida Abril, Pere Ardiaca, Josep Bonifaci, Emili Fàbregas, Gregori López Raimundo, Miquel Núñez, Carles Rebellón, Josep Serradell "Román", Antoni Senserrich i Rafael Vidiella.
L'intent de reorganització a l'interior va topar amb les dificultats per les detencions d' Emili Fàbregas el 1957 i Miquel Núñez González el 1958, qui. serà comdemnat a 25 anys de presó per un consell de guerra. Josep Serradell se n'encarregà des d'aleshores, i aconseguí escapolir-se durant les detencions dels membres del partit Carles Rebellón el 1960, Vicente Cazcarra el 1961, Antoni Gutiérrez Díaz i Pere Ardiaca el 1962. Josep Sendrós i Leonor Bornau, s'encarreguen de la coordinació de Treball i editen una nova revista, Horitzons. El 1965 se celebrà el II Congrés del PSUC a França, amb la participació de 90 delegats i delegades, que aproven una línia d'impuls al moviment estudiantil i obrer. Així col·laborà en la formació de Comissions Obreres.
La seva tasca fou fonamental, amb d'altres organitzacions, organitzant el moviment veïnal, les comissions obreres , el Sindicat Democràtic d'Estudiants, i d'altres experiències de masses. El 1969 participarà en la Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya i el 1971 a l'Assemblea de Catalunya, on el seu representant fou Antoni Gutierrez Díaz. El 1973 se celebra el III Congrés del PSUC amb la participació de 200 delegats. El 1975 participà en el Consell de Forces Polítiques de Catalunya, enviant com a representants Josep Solé i Barberà i Gregori López Raimundo.
D'una escissió a la universitat en sorgirà el grup "Unidad", a finals dels 60, que serà el futur Partit del Treball d'Espanya, d'orientació maoista. Al 1974, per contra, ingressa gran part de l'Organización Comunista de España-Bandera Roja (Jordi Solé Tura, Alfons Carles Comín, Jordi Borja). El 1976 va participar en la convocatòria de l'onze de setembre celebrada a Sant Boi de Llobregat i poc a poc retornaren els exiliats.
Poc després que el PCE, el PSUC assoleix la seva legalització l'abril de 1977. En pocs dies s'intensifica les afiliacions i l'obertura de locals. Les dades de major afiliació -segons la secretaria d'organització- estaria sobre els 40.000 mil carnets lliurats en 1978. Festes com el míting al camping "La Tortuga Ligera" seran concentracions de masses on es veurà la força del partit, el tercer més important d'Europa Occidental proporcionalment.
A les primeres eleccions al Parlament de Catalunya (1980) va ser la tercera força política més votada, amb prop de 600.000 escrutinis. En l'acció parlamentària destacaren els seus dirigents Gregori López Raimundo, Antoni Gutiérrez Díaz, Cipriano García Sánchez, Francesc Candel i Jordi Solé Tura.
Les tensions que va generar la política de la transició, a més de diverses caracteritzacions sobre política internacional, provocarà tensions internes que acabaran esclatant al cinquè congrés del PSUC, encara que aquestes ja van ser paleses a la III conferència política (1979), arribat el moment de la definició del partit i la inclusió o no del terme leninisme als estatuts.
El Vé congrés del PSUC arriba després d'un fortíssim debat en les agrupacions locals i sectorials, on hi ha forta crítica del terme eurocomunisme per part de les bases i de un cert nombre de dirigents. El congrés suprimeix aquest terme, però divideix al partit de manera profunda en tres sectors, denominats "eurocomunista", "leninista" i "prosoviètic". El sector leninista assumirà la secretaria general, amb Francesc Frutos i Gras, i el prosoviètic la presidència, que li correspondrà a Pere Ardiaca, fundador del partit al 1936.
Aquests esdeveniments faran maniobrar a Santiago Carrillo, presionant a Frutos per trencar amb els prosoviètics. El secretari general pateix, per un costat, pressions des de Madrid sobre la participació del PSUC en el futur congrés del PCE, o sobre les relacions del PCE a Catalunya, que poden ver-se tocades. Per una altra banda, tant el sector eurocomunista com el prosoviètic treballen de manera quotidiana de forma fraccional, per preparar un més que segur congrés extraordinari de normalització.
Una conferència nacional i el descobriment del treball fraccional dels prosoviètics, amb la forta pressió de Carrillo, porta al sector leninista a recular i pactar amb els euros. Els documents fraccionals porten a sancionar amb expulsions i sancions a una tercera part del comité central, la corresponent al sector "pro-soviètic". El 1982, els expulsats i els sancionats, després d'un fort treball d'afiliacions, convocarán el seu congrés fundacional. El nou partit s'emportará una part important de l'afiliació i aconseguirà sumar a gent que havia marxat. Malgrat tot, ni el PSUC ni el nou Partit dels Comunistes de Catalunya assoliran fites electorals d'importància. Tornarà, després del VIè congrés, Antoni Gutiérrez Díaz a la secretaria general
Les fortes mobilitzacions contra l'ingrés d'Espanya a la OTAN propicien un procés de convergència política amb la creació de la federació Iniciativa per Catalunya (IC), idea llançada pel PSUC amb el PCC i Entesa dels Nacionalistes d'Esquerra. A primers de 1989, el PSUC endega un congrés d'unitat comunista incorporant les restes de Bandera Roja, del Partit del Treball-Unitat Comunista i un número important de quadres del PCC La XI conferència nacional del PSUC acorda cedir certes competències polítiques a IC, que ja no compta amb el PCC. Però, de fet, el partit perd la seva vida orgànica i resta congelat. Aquesta situació es perllonga durant els anys de forma indefinida fins el IX Congrés del PSUC, convocat nou després de l'anterior, que data de 1988. A mitjans del 90, una part de dirigents del partit impulsen un corrent reclamant la revitalització del partit, encara que en el sí d'IC, però mantenint la vida orgànica l'activitat. Consideren no acomplerts els acords de la conferència nacional de 1990 i demanen un congrés on es clarifiqui la situació. Es convoca el congrés per març de 1997, sense documents i sense període de debat. S'aconsegueix que la direcció de Rafael Ribó esmeni aquestes pretensions inicials. Amb una estructura territorial i sectorial congelada, el PSUC escolleix només 300 delegats pel IX congrés, el darrer fet fins avui pel partit. La direcció desequilibra les xifres nomenant com delegats nats als 150 membres de la direcció sortint. Aixó crea unes xifres al plenari que per un costat, impedeixen a la majoria (un 56%) obtenir els vots necessaris per la dissolució, però la majoria no té el suficient suport per aprovar una revitalització (sobre un 40%) El congrés aprova un comitè central monolític, format exclusivament per la llista més votada, dóna la postetat exclusiva d'afiliació a la direcció central i no a les agrupacions, i elimina la figura del secretari general. No queden clares les funcions del partit, que de forma definitiva desapareix, sent avui dia un nom jurídic sense cap activitat política.
El sector del partit descontent amb aquesta tendència, anomenat Manifest pel PSUC, va formar l'any 1998 el PSUC-viu, integrat a Esquerra Unida i Alternativa (EUiA). Entre els dirigents que conformen el nou partit, s'hi troben antics quadres provinguts del PCC, dirigents com Ramon Luque, Antoni Luchetti o Alfred Clemente, i l'històric líder comunista català Gregori López Raimundo.
El model d'estat que predicava, però, presentava el intent de superar els problemes de l'Espanya endarrerida, aconseguint els beneficis que pogués portar una revolució burgesa, si es que en podia aportar algun. D'aquí l'esperança que es va viure en les festes de l'abril de 1931: ampliació de la cultura, alfabetització… tanmateix, la pròpia brevetat del període fou el contratemps principal. Habitualment, es necessita un determinat temps per començar a emprendre grans campanyes governamentals, i això precisament era l'únic que va jugar en contra dels republicans; aquest fet, però, els era desconegut a l'inici, perquè no es podia saber que una Guerra Civil tancaria aquesta etapa. Així, dugué la desil·lusió a molta més gent que n'esperava molt, de la república.
Institucions com ara l'exèrcit , l'oligarquia o l'església, no varen estar tampoc d'acord amb les reformes que varen emprendre els republicans. Així, d'aquesta manera, al no poder controlar el poder mitjançant les urnes, es dedicaren a les conegudes conspiracions per tal de fer un cop d'estat militar i posar una dictadura.
A més a més, la república, també comptava amb un ideari burgès. No parlaven de socialització; es van limitar a aplicar el seu ideari. Tanmateix, a Catalunya, ERC, sí que serà més obrerista donat els seus orígens en el conglomerat de forces de diferents àmbits socials. Així, rebé el suport dels pagesos no propietaris i sectors obrers. L'època, però, fou intensa al igual que corrupta. Un altre dels grans problemes fou l'excessiva barreja d'ideals que hi havia presents.
Pel que fa al context internacional, aquest ja era contrari; s'estaven patint les conseqüències del crack del 29. A més, el model burgeso-republicà, estava en retrocés a Europa: Àustria tenia un govern parafeixista, Alemanya estava a punt d'ésser regida per Adolf Hitler i Itàlia ja tenia al poder Mussolini més, França, va estar fregant la Guerra Civil un bon període de temps. Així, la societat de primera meitat de segle XX assistí a una bipolarització de l'Europa dels 1930, des del punt de vista dels estats i des de dintre dels mateixos.
Les institucions, seran provisionals; no hi ha constitució en vigència. S'havien de crear les administracions definitives i mentrestant s'aguantava amb el llegat que hi havia, sense generar problemes d'organització d'estat, ja que havia estat una transició pacífica.
La República, en sí, ha estat tradicionalment dividida en diversos períodes: